Leche y productos lácteos (II)

Continuamos en esta entrada con un acercamiento a la leche y los productos lácteos. La semana pasada el Dr. Jacinto Ramos Echániz nos clarificaba conceptos sobre estos productos. Hoy abordaremos las formas comunes de preservación de la leche.

De todos es sabido que la leche es un producto muy perecedero. Si mantenemos leche tras el ordeño a temperatura ambiente se acidifica en pocas horas, y si la mantenemos en la nevera a los 3-4 días.  Esto es debido a la proliferación de gérmenes. Para alargar la vida útil de la leche la industria alimentaria ha ideado varios métodos. En general se basan en evitar el crecimiento de los gérmenes.

Una forma es mediante el frío. A temperaturas bajas (4-6 grados centígrados, temperatura de una nevera doméstica) la multiplicación y el desarrollo de los gérmenes se disminuye, pero no se eliminan, con lo que a la leche se le aumenta en unos días su vida útil.

La forma mundialmente generalizada de aumentar la vida útil de la leche es aplicándole calor, con lo que se eliminan los gérmenes presentes en la leche, y su posterior envasado aséptico, con lo que evitamos que se vuelva a contaminar.

Hay varios tipos de leche dependiendo de este calor aplicado:

 Leche cruda: Es la leche que no ha recibido ningún tratamiento térmico, es decir no se ha calentado. Tras el ordeño, se envía a una industria que solamente la enfría y la envasa, por lo que la leche contiene los gérmenes procedentes del ordeño, y los posibles microorganismos trasmitidos por los animales productores. Algunos de estos gérmenes pueden ser patógenos, es decir que pueden transmitir enfermedades como brucelosis, tuberculosis, salmonelosis, estafilococias, etc. Debido a esta posible presencia de gérmenes patógenos, el consumo de leche cruda es un riesgo sanitario. Legalmente se tiene que consumir en un plazo de 24 tras el envasado, manteniéndose a 4ºC. Antes de su consumo es aconsejable el hervirla (prestando especial atención a este proceso, ya que debemos asegurarnos que el total del líquido ha alcanzado la ebullición), para eliminar los gérmenes y, por supuesto, mantenerla en el frigorífico.

Leche pasterizada: Es la leche a la que la industria somete a temperaturas inferiores a la de ebullición, pero suficientes para eliminar toda la flora patógena de la leche (brucelosis, tuberculosis, etc.). Por tanto, es una leche segura desde el punto de vista sanitario, por lo que no hace falta hervirla. En la industria, una vez calentada, se envasa o bien en botellas de cristal, plástico o en envases de cartón, pero de forma aséptica, evitando que se contamine. A pesar de que con este tratamiento térmico (unos 75º C) se eliminan los gérmenes que pueden producir enfermedades, en la leche pasterizada permanecen otros gérmenes resistentes al calor, pero banales (que no producen enfermedades) pero que sí que pueden alterar la leche, por la que la leche pasterizada, aún con el envase cerrado hay que mantenerla refrigerada, y su vida útil es de unos 15 días. Al recibir un tratamiento térmico suave, las propiedades nutricionales de esta leche pasterizada son equivalentes a las de la leche cruda, es decir no se pierden vitaminas y las proteínas no se degradan.

Leche UHT: UHT son las siglas en ingles de ultra alta temperatura. A la leche se la somete a temperaturas superiores a 135ºC, con lo que se eliminan todos los gérmenes existentes en la leche, por lo que se podría decir que es una leche estéril. Una vez calentada, y de forma aséptica para evitar que se vuelva a contaminar, se envasa. Tiene una duración de entre 6 meses y un año. Con el tratamiento térmico se eliminan la mayor parte de las vitaminas y las proteínas y la lactosa pueden sufrir alguna degradación, pero que no afectan al valor nutritivo de esta leche UHT.

 

Leche y productos lácteos (I)

La semana pasada se aprobó en Cataluña una nueva reglamentación en relación a la venta de leche cruda. Este hecho ha suscitado mucha polémica y muestra la curiosidad de la ciudadanía con respecto a la salubridad de los alimentos. Sin embargo, no siempre está claro el concepto del que se está hablando y nos asaltan dudas acerca de qué es considerado leche, qué es un derivado lácteo, cuáles son los métodos actuales que se emplean para la preservación de la leche, qué controles sanitarios se exigen a la industria láctea, etc. Para solventar estas y otras cuestiones, recurrimos al Dr. Jacinto Ramos Echániz con el objetivo de clarificar conceptos que puedan generar mayores malentendidos. A continuación, presentamos el primero de una serie de artículos sobre la leche y los productos lácteos.

La leche y sus derivados es uno de los pilares históricos de la alimentación humana. El 87% de su composición es agua, pero aporta también materia grasa (aproximadamente un 3.5%), proteínas de algo valor nutricional (3.5%), hidratos de carbono en forma de lactosa (sobre un 4.5%) y un 1% de minerales (principalmente calcio). Gracias a los avances tecnológicos el consumo de la leche y sus derivados se ha modificado (por ejemplo, los métodos de conservación actuales permiten que la leche aguante mucho más tiempo antes de perder sus propiedades o degradarse, por lo que podemos almacenarla en casa durante periodos más largos de tiempo, incluso sin necesidad de frío, como ocurre con los envases cerrados).

A nivel reglamentario se denomina leche a “el producto integro, no alterado ni adulterado y sin calostro, del ordeño higiénico, regular, completo e ininterrumpido de las hembras mamíferas domésticas sanas y bien alimentadas». Las hembras domésticas suministradoras de leche son: vacas, ovejas, cabras y búfalas.  Si en el etiquetado sólo figura la denominación leche se considera que es de vaca, en caso contrario hay que indicar la especie productora.

Todos conocemos diversos productos que provienen de la leche y su clasificación es la siguiente:

  • leche de consumo directo
  • productos lácteos
  • preparados lácteos
  • otros alimentos que contienen leche como ingrediente.

La leche de consumo directo es lo que comunmente se denomina leche líquida, es decir la leche de bebida. Según la definición de leche, al ser el producto obtenido del ordeño, sin alterar o adulterar, solo se debería considerar dentro de este concepto a la leche entera (con toda su materia grasa). Sin embargo, dentro de la leche de consumo se incluyen:

  • leche entera, leche semidesnatada y desnatada
  • leche enriquecida con componentes de la propia leche (vitaminas y minerales)
  • leche sin lactosa

Los productos lácteos son aquellos alimentos cuyo componente único es leche a la que se le ha eliminado algún elemento de su composición o bien se le añade exclusivamente sustancias necesarias para la transformación. En el primer grupo, leche a la que se le elimina algún componente, encontraríamos la leche concentrada, evaporada y en polvo (en estos productos se ha eliminado agua) y nata y mantequilla (lo que se realiza es la concentración de la parte grasa de la leche). Dentro del grupo de leche a la que se le añaden sustancias necesarias para obtener el producto final se incluye, entre otros: leches fermentadas (yogur y kefir, a las que sólo se añaden cultivos microbianos), queso (se añaden cuajo, sal y diferentes microorganismos) y leche condensada (leche parcialmente deshidratada y con azucar).

Los preparados lácteos son aquellos alimentos en los que la leche es el componente mayoritario, pero a la que se añade ingredientes ajenos a la leche. Se consideran dentro de este grupo la leche enriquecida en componentes no lácteos (leche omega3, por ejemplo) y batidos de diferentes componentes (como cacao o frutas).

Dentro del apartado de “otros alimentos que contienen leche como ingrediente” nos encontramos con aquellos alimentos que contienen en su composición leche y sus derivados, pero no como ingrediente principal. Son los productos de panadería y bollería, embutidos, chocolates, platos preparados (croquetas, empanadas, etc.). En ocasiones se puede leer en la lista de ingredientes de ciertos alimentos la denominación sólidos lácteos, se refiere a que han incluido determinados componentes de la leche, por ejemplo, suero deshidratado de quesería, lactosa, caseínas, etc. Es muy frecuente en embutidos, por ejemplo.

En próximos artículos se abordará las diferentes metodologías que existen para preservar la leche, así como las ventajas e inconvenientes de la leche cruda. Esperamos que haya sido de vuestro interés.

Recomendación Julio 2018

En el último día del mes de julio os traigo la recomendación pertinente. En este caso, se trata de un paseo precioso que se puede realizar dentro de la ciudad de Santiago de Compostela. Se trata del paseo que nace en el parque Eugenio Granell (barrio de Pontepedriña, cerca de la estación del tren) y que llega hasta las piscinas y Multiusos Fontes do Sar (donde empata con la subida a la Cidade da Cultura).

El parque Eugenio Granell ha experimentado un crecimiento en los últimos años, añadiendo nuevas zonas de acceso. Además, cuenta con amplios prados donde poder acomodarse, así como máquinas para hacer gimnasia, pistas de skate, zona para poder dejar a los perros libres, etc. Es un parque bonito y, gracias a la carballeira que alberga, fresco aunque con desnivel desde la zona baja a la más alta. Desde el parque se puede acceder al paseo que transcurre entre la ciudad y la zona más rural de Santiago, bordeando la zona tradicionalmente conocida como las Brañas, pudiendo observarse terrazas en las laderas, molinos, acequias, etc. Desde este camino se tiene una perspectiva única de la Colegiata del Sar y llega hasta el puente románico del Sar.

Es un paseo recomendable para cualquiera que disfrute de la naturaleza pero que no pueda desplazarse hasta el exterior de la ciudad. Uno de los puntos fuertes de este recorrido es la calma y quietud que lo acompañan (no se oye el ruido del tráfico y si bien siempre nos encontraremos con otros paseantes, no hay aglomeraciones). Otra de las ventajas de este paseo es que transcurre en llano, sin que haya desniveles de especial relevancia.

Por tanto, esta ruta no sólo es recomendable para personas mayores que tengan una buena condición física (el recorrido total supone algo menos de cuatro kilómetros y medio) si no para todos los que se quieran acercar a disfrutar de esta joya escondida en la ciudad.

Os dejo aquí un vídeo del Concello de Santiago hablando sobre la rehabilitación del camino y la zona:

 

Recomendación junio 2018

Terminando el mes de junio os traigo la recomendación pertinente. Se trata de una Ted Talk realizada por Samuel Cohen, investigador especializado en  alzheimer. A día de hoy aun se puede escuchar la expresión “demencia senil” (término absolutamente desfasado), asumiendo que la vejez conlleva inevitablemente enfermedad. La idea errónea de que el alzheimer es fruto de un envejecimiento normal y no una enfermedad neurodegenerativa aun nos acompaña. Por eso es importante que tomemos conciencia de que el alzheimer es una enfermedad, no consecuencia del mero paso del tiempo, y que, por tanto, llegará el día que podamos hacerle frente como ocurre con otras patologías graves. Son sólo siete minutos de vídeo, lleno de información sobre la que reflexionar. Espero que os guste.

 

Las personas mayores y las vacaciones

En esta entrada me gustaría lanzar un par de reflexiones sobre el verano, que parece que por fin hace acto de presencia, y las personas mayores.

En primer lugar, hay que pensar que, aunque las personas mayores están jubiladas, muchas acuden a actividades durante todo el año (talleres de memoria, gimnasia, pintura, clases en la universidad, etc.). Con la llegada del verano la mayoría de estas actividades cesan temporalmente, con lo que los mayores tienen más tiempo libre que pueden aprovechar para descansar y recobrar energías. El descanso es básico para tener un buen estado de salud general; sin embargo, la inactividad no es recomendable. Por tanto, si bien las personas mayores activas durante la época invernal sacan provecho de reducir el ritmo una temporada, no es recomendable que durante esos meses vacacionales no hagan nada. El mejor consejo es que hablen con los responsables de las diferentes clases para que les indiquen qué cosas pueden realizar por su cuenta para mantener lo que han desarrollado durante el curso (por ejemplo, realizar pequeñas caminatas o completar determinados pasatiempos). Esto ayudará a que la persona descanse, pero a la vez no disminuya su nivel de rendimiento de una forma notoria.

Por otro lado, hay que pensar que muchas personas mayores se hacen cargo de sus nietos durante el verano, ya que al estar libres los niños, pero ocupados lo padres, se recurre a ellos como cuidadores. Si bien la relación entre abuelos y nietos es beneficiosa para ambos, hay que tener siempre presente el estado del mayor. No es lo mismo una persona de 70 años con un buen estado físico y psicológico que un nonagenario por estupendo que esté. No se debe sobrecargar a los mayores con actividades que les pueden estresar, ya que eso irá en detrimento de su estado de salud general.

Nos decía Fernando Fernán Gómez que las bicicletas son para el verano, ya que es en este tiempo donde podemos centrarnos en hacer lo que nos gusta, en relajarnos, en jugar (porque por suerte los adultos seguimos jugando a nuestra manera); siempre identificamos el verano con esa época de mayor libertad (porque el tiempo es libertad). Pues tratemos de entender que las personas ancianas, aunque estén jubiladas, también precisan tiempo para ellos. Y que ese tiempo lo pueden emplear en cosas que además de ser divertidas redunden favorablemente en su salud.

Recomendación Mayo

En el último día del mes de mayo os traigo la recomendación correspondiente.

En este caso, se trata de la obra de un gran divulgador científico: Oliver Sacks. Creo poder afirmar que todos aquellos que tenemos interés en el cerebro, la neurología, la neuropsicología o la psiquiatría hemos disfrutado enormemente de su obra. Oliver Sacks fue un reconocido neurólogo que escribió al menos 14 obras de divulgación científica sobre la neurociencia.

Una de las formas de poder entender cómo funciona el cerebro humano es acercarnos a los problemas cuando hay una lesión. Si una persona ha recibido un fuerte golpe en la zona occipital y como consecuencia deja de ver, podemos sospechar que la capacidad de procesar visualmente estímulos se aloja en esa zona. Y eso es precisamente lo que nos enseñan algunos de sus libros, como “El hombre que confundió a su mujer con un sombrero” o “Un antropólogo en Marte” donde el autor nos muestra el día a día de pacientes con diversas lesiones cerebrales y de cómo esas lesiones modifican la capacidad de procesar el mundo de una forma normal.

Si bien toda su obra es un auténtico regalo, para los amantes de la música parece indispensable “Musicofilia” donde Sacks trata de adentrarnos en ese fascinante mundo que es la música y el cerebro.

Sus libros se caracterizan por ser amenos, de fácil lectura, no es necesario tener una base previa para entenderlos; todo lo contrario, pueden ser la forma de comenzar a sentir curiosidad por el apasionante mundo de la neurociencia.

Espero que os animéis a su lectura y que las disfrutéis tanto como lo hice yo.

Los cambios cognitivos en la ancianidad

Uno de los motivos más habituales de consulta en geriatría (y en otros servicios, como neurología) es el deterioro cognitivo que además es uno de los aspectos que más preocupa en cuestiones de salud tanto a las personas mayores como a sus allegados. Se denomina deterioro cognitivo a la pérdida de eficacia de las habilidades mentales (lenguaje, velocidad de procesamiento, memoria, atención, etc.) que muestran un rendimiento peor. Este deterioro puede ser de diverso grado, desde muy leve a muy notorio.

Como se ha comentado otras veces en este blog, a medida que cumplimos años, las habilidades mentales cambian y modifican su funcionamiento. Algunas, como la capacidad de concentración, se ven limitadas (constando más realizar las mismas tareas); otras, por el contrario, aumentan en su rendimiento (como ocurre con la inteligencia cristalizada, que podría equipararse a la sabiduría, pues esta no deja de crecer durante toda nuestra vida). Estos cambios en el rendimiento de las capacidades mentales suelen ser percibidos por la persona como mermas, sintiendo en ocasiones que “mi cabeza ya no es lo que era”. Estos cambios pueden provocar que el anciano (y no tan anciano, no son raras las consultas en personas jóvenes, de 50 ó 60 años que se preocupan por este tema) consulte al médico por miedo a encontrarse en las fases iniciales de una demencia.

Es importante señalar que la mayoría de personas mayores no sufren demencia, aunque puedan presentar un deterioro cognitivo de baja intensidad que se considera normal o benigno (para diferenciarlo del patológico). Este deterioro normal es que el ocurre por el mero hecho de envejecer, siendo el enlentecimiento uno de los aspectos más llamativos y comunes. Al igual que otros órganos (como el corazón o los ojos) se vuelven menos eficientes con la edad, el cerebro también nota el devenir del tiempo, modificando su funcionamiento cotidiano. Sin embargo, la presencia de este deterioro no es signo de que la persona vaya a desarrollar una demencia o a “perder la cabeza”. Es muy importante tener esto presente a fin de disminuir la ansiedad que pueda sentir la persona.

Aun con todo, es aconsejable consultar al médico siempre que la persona note cambios en su cognición, especialmente para descartar problemas graves y así quedarse tranquila. Si bien se suele asociar la aparición de demencia con pérdidas de memoria, esta no solo se presenta así. En algunas ocasiones, lo primero que muestra la persona es una marcada dificultad para encontrar las palabras y mantener una conversación fluida aunque hay que tener presente que por encima de los 50 años, la mayoría de las personas dicen notar este fenómeno (el fenómeno de la punta de la lengua), por lo que aunque alguien pueda sentir esta dificultad no implica necesariamente que exista una enfermedad detrás. En otras ocasiones, más que el propio mayor es el entorno quien nota cambios en la personalidad del anciano (por ejemplo, alguien que era muy tranquilo muestra reacciones beligerantes o inquietud). Nuevamente hay que tener presente que hay muchos factores que pueden provocar estos cambios y no todos pasan por enfermedades. La falta de motivación y ganas de hacer cosas que antes disfrutaba realizando también pueden ser una señal de que algo está cambiando, aunque igual que en los ejemplos anteriores, esto no indica de por sí que haya una demencia.

Una forma de reducir el miedo a padecer una demencia es consultar al médico de cabecera, puesto que conoce nuestro historial y perfil. Además, si lo considera oportuno, realizará pruebas diagnósticas que podrán dirimir si estos cambios percibidos son fruto del simple paso del tiempo o detrás podemos encontrar alguna patología (no hay que olvidar que una simple anemia o infección de orina pueden tener un fuerte impacto sobre la capacidad mental de las personas que, una vez superado el episodio vuelve a su estado inicial).

En conclusión, con la edad nuestras capacidades mentales van a sufrir modificaciones. En algunos casos, estas modificaciones pueden percibirse como pérdidas de eficiencia. Sin embargo, no debemos equiparar estos cambios con enfermedades, puesto que son cosas diferentes. En caso de duda, siempre es bueno solicitar ayuda al médico, así como realizar una evaluación cognitiva que nos ayude a saber el origen de los cambios que percibimos en nuestra mente.

Adaptación del entorno I

En la actualidad se habla cada vez más de adaptar los espacios, especialmente los públicos y comunes, para que sean accesibles para todas las personas, sobre todo a aquellas con diversidad funcional. El envejecimiento, en muchas ocasiones, trae aparejado una modificación de los comportamientos y capacidades en las personas. Así, la disminución en la agudeza de los sentidos, disminución del equilibrio o el enlentecimiento, que no se consideran aspectos patológicos si no simple consecuencia del mero paso del tiempo, condicionan la movilidad de muchos ancianos. Estos cambios que ocurren en la ancianidad modifican la forma en que las personas mayores interactúan con el entorno, lo que implica que este no siempre es adecuado para ellos. Algunas barreras, como escaleras, bordillos altos o letreros con la letra pequeña, impiden que las personas mayores puedan moverse por los distintos entornos sin dificultad.

Sin embargo, esto no ocurre solo en los espacios públicos, en algunas ocasiones, el propio domicilio presenta barreras arquitectónicas que impiden que la persona mayor pueda moverse con comodidad y facilidad. Siempre se ha dicho que los accidentes tienen más probabilidades de ocurrir en el propio hogar y esto es especialmente cierto en el caso de los ancianos. En nuestra casa solemos confiarnos y no tener especial cuidado, lo que puede propiciar que nos llevemos un susto.

Por todo esto, resulta apropiado que el hogar se vaya adaptando a nuestras necesidades a medida que cumplimos años. En la actualidad, la mayoría de viviendas de nueva construcción ya salvan muchas de estas barreras (eliminando escaleras en las zonas de acceso como el portal, teniendo ascensores que permiten la entrada de sillas de ruedas,  contando con duchas a ras de suelo en los baños, etc.) pero esto no ocurre en viviendas antiguas que, en muchas ocasiones, presentan graves impedimentos a todas aquellas personas que presenten diversidad funcional, no solo derivadas de la edad.

Algunas de las medidas que se deben tomar para adaptar el hogar implican realizar obras (como puede ser modificar el baño para cambiar la bañera por una ducha o cambiar las puertas para que pueda caber una silla de ruedas). Pero en otros casos, son pequeñas modificaciones que no implican una obra y que pueden ayudar a que el día a día de las personas ancianas sea más sencillo y, sobre todo, más seguro. Estas adaptaciones siempre dependerán de las necesidades de la persona y su estado general de salud. Por ejemplo, aquellas personas que tengan problemas de movilidad (problemas de equilibro, problemas en la marcha, etc.) deberían retirar de su casa alfombras o felpudos, pues es fácil tropezar con ellos y caerse. También resulta importante eliminar objetos decorativos en zonas de paso, a fin de que estas resulten amplias y cómodas. Además, deberán poner especial cuidado en zonas donde el firme pueda ser resbaladizo (como en el baño) poniendo si es necesario, pegatinas antideslizantes.

El mobiliario también deberá modificarse en algunos casos. Por ejemplo, aquellas personas que presenten mayores dificultades para levantarse de asientos o de la cama, pueden emplear calzas en las patas para aumentar la altura de la cama, sillones o sillas (se venden en ortopedias y tiendas especializadas). Además, se comercializan unas especiales que se ajustan a las tazas del urinario para facilitar tanto el sentarse como el levantarse.

En los sucesivos artículos abordaremos otras pequeñas adaptaciones que se pueden realizar en el hogar de forma sencilla.

Recomendación Abril

Hoy, último día del mes de abril, toca la recomendación mensual prometida.

En este caso, me gustaría recomendaros el documental “Buena Vista Club Social”. En él se recoge el viaje de Ry Cooder (compositor y guitarrista) a La Habana, donde se reúne con un grupo de músicos cubanos, entre los que se encuentran Compay Segundo o Eliades Ochoa. El documental rastrea los orígenes de estos músicos y retrata la grabación de un disco titulado como el documental.

Si bien no es un trabajo que pretenda acercarnos o indagar en la ancianidad, sus protagonistas tienen entre 60 y 80 años, y  una vitalidad que ya quisiéramos muchos jóvenes. Os dejo un vídeo que muestra un fragmento de una de las dos únicas actuaciones que la banda dio en Ámsterdam, merece la pena parar unos segundos a disfrutar de esta maravilla y a reflexionar sobre cómo la creatividad, el talento, no entienden de edad:

Espero que lo disfrutéis.

Las personas mayores y los animales de compañía

Es sabido que las mascotas pueden proporcionar múltiples beneficios en la vida de una persona. Desde compañía y amor incondicional a tener una responsabilidad diaria, son muchos los motivos que nos pueden llevar a decidir compartir nuestra vida con un animal. Existen múltiples estudios que constatan los beneficios de gozar de su compañía, encontrando resultados que apuntan a lo positivo que puede resultar tanto para la salud física como para la salud mental.

En el caso de las personas mayores, este hecho se vuelve especialmente cierto si nos centramos en aspectos como la compañía, la obligación de realizar ciertas actividades a diario o el ejercicio físico, por ejemplo. Muchas personas mayores se sienten solas, incluso aunque convivan con familiares (hay que tener presente que la ancianidad es una época de muchas pérdidas reales y simbólicas). El hecho de disfrutar de la compañía de una mascota puede aliviar esa sensación de soledad, proporcionándole además sentimientos positivos como son compañía, el amor incondicional, diversión, etc. Además, el hecho de tener que ocuparse a diario de un animal (preparar la comida, cambiar el agua, sacarlo de paseo, limpiar el arenero o el terrario, etc.) puede tener una importancia especial en ciertas situaciones, creando una rutina positiva para el anciano. La certeza de tener una ocupación o responsabilidad es algo positivo psicológicamente para muchos mayores (por ejemplo, aquellas personas que tras la jubilación sienten que no tienen “nada importante que hacer hoy”). Por último, no hay que desdeñar la importancia de una mascota en la salud física: programar paseos con el perro tres veces al día (aunque estos paseos no sean muy largos) resultará muy positivo para la salud del propietario del can, por ejemplo.

Sin embargo, es necesario hacer una serie de consideraciones al respecto. Es importante que, además del beneficio para el mayor, se piense en el bienestar del animal. No se puede condenar a un perro a estar atado o sin salir jamás de casa para que haga compañía a una persona. En casos en los que el mayor no pueda atender a todas las necesidades (por ejemplo, no pueda darle largos paseos o llevarlo cuando lo precise al veterinario) es importante que haya una persona con compromiso firme y que pueda hacerlo en su lugar. En algunas ocasiones, las personas cercanas al mayor (especialmente familiares) no tienen un compromiso real en este aspecto, llegando incluso a conductas tan poco éticas como abandonar al animal si el mayor fallece o no se puede hacer cargo. Es fundamental que no solo el anciano esté comprometido con el cuidado del animal, también otras personas que puedan suplir sus cuidados temporal o permanentemente.

Para elegir la mascota adecuada es importante tener en cuenta diversos aspectos: las preferencias de la persona, la capacidad que tiene de cuidar a un animal, las necesidades concretas de cada especie (no es lo mismo tener un perro que un gato, por ejemplo), el espacio disponible, situaciones como viajes frecuentes o cambios de domicilio por parte del mayor, etc. En estos casos, hablar con un veterinario puede servir para aclarar las posibles dudas que nos surjan sobre los cuidados necesarios, así como de las necesidades específicas de cada animal, lo que puede facilitar que se tome una decisión más realista. Por ejemplo, no parece muy lógico que una persona que apenas puede caminar adopte un perro que precisa de mucho ejercicio diario, si además no cuenta con nadie que pueda dar paseos con el animal. Sin embargo, en ese caso, un gato puede resultar una opción más acertada.

Además de todos estos beneficios (comunes no solo a las personas mayores sino a todo aquel que disfrute de la compañía de una mascota) un animal, en concreto los perros, puede incluso superarlos. En los últimos años ha aumentado el número de perros de asistencia, que son aquellos perros entrenados específicamente para ayudar a una persona en situaciones especiales; por ejemplo, los perros que usan las personas con afectación de la visión, los conocidos como perros lazarillos, entrarían dentro de esta categoría. Hoy en día, no solo se entrenan perros para las personas con déficits de visión, también para personas con movilidad reducida, problemas de salud concretos (como diabetes, siendo el perro capaz de detectar los cambios en los niveles de insulina), problemas de agorafobia, etc.

Por último, a día de hoy, las protectoras y refugios de animales de este país se encuentran totalmente saturadas y desbordadas. Antes de comprar un animal, siempre es bueno plantearse la adopción; porque a los amigos no hace falta comprarlos.

Os dejo aquí un enlace a un vídeo de antena 3 muy emotivo, en el que podemos ver la reacción de un paciente de alzheimer al interaccionar con su perro.