Recomendación Julio 2018

En el último día del mes de julio os traigo la recomendación pertinente. En este caso, se trata de un paseo precioso que se puede realizar dentro de la ciudad de Santiago de Compostela. Se trata del paseo que nace en el parque Eugenio Granell (barrio de Pontepedriña, cerca de la estación del tren) y que llega hasta las piscinas y Multiusos Fontes do Sar (donde empata con la subida a la Cidade da Cultura).

El parque Eugenio Granell ha experimentado un crecimiento en los últimos años, añadiendo nuevas zonas de acceso. Además, cuenta con amplios prados donde poder acomodarse, así como máquinas para hacer gimnasia, pistas de skate, zona para poder dejar a los perros libres, etc. Es un parque bonito y, gracias a la carballeira que alberga, fresco aunque con desnivel desde la zona baja a la más alta. Desde el parque se puede acceder al paseo que transcurre entre la ciudad y la zona más rural de Santiago, bordeando la zona tradicionalmente conocida como las Brañas, pudiendo observarse terrazas en las laderas, molinos, acequias, etc. Desde este camino se tiene una perspectiva única de la Colegiata del Sar y llega hasta el puente románico del Sar.

Es un paseo recomendable para cualquiera que disfrute de la naturaleza pero que no pueda desplazarse hasta el exterior de la ciudad. Uno de los puntos fuertes de este recorrido es la calma y quietud que lo acompañan (no se oye el ruido del tráfico y si bien siempre nos encontraremos con otros paseantes, no hay aglomeraciones). Otra de las ventajas de este paseo es que transcurre en llano, sin que haya desniveles de especial relevancia.

Por tanto, esta ruta no sólo es recomendable para personas mayores que tengan una buena condición física (el recorrido total supone algo menos de cuatro kilómetros y medio) si no para todos los que se quieran acercar a disfrutar de esta joya escondida en la ciudad.

Os dejo aquí un vídeo del Concello de Santiago hablando sobre la rehabilitación del camino y la zona:

 

El ejercicio físico y la mente activa

Dicen que quien mueve las piernas mueve el corazón. Esta máxima trata de recordarnos lo saludable que resulta el ejercicio físico para nuestra salud cardiovascular. Sin embargo, el ejercicio físico no sólo resulta positivo para nuestro cuerpo, también lo es para nuestra mente.

Desde hace algún tiempo se sabe que el hecho de realizar ejercicios aeróbicos (aquellos que implican un aumento de la frecuencia cardiaca y del consumo de oxígeno, como por ejemplo caminar, nadar o bailar) resulta positivo para el rendimiento cognitivo, es decir, para nuestra capacidad mental. Esto se debe a que cuando realizamos este tipo de ejercicios se liberan determinadas sustancias que resultan beneficiosas a nivel celular en nuestro cerebro, ayudándolo a permanecer activo y en un buen nivel de rendimiento.

Por otro lado, las personas que realizan ejercicio físico de forma regular tienen un riesgo menor de sufrir accidentes cerebro-vasculares, lo que reduciría el riesgo de padecer ciertas afecciones (como el daño cerebral adquirido tras un ictus) que reducen nuestra capacidad cognitiva y pueden llevarnos a un estado de dependencia.

Además, las personas que realizan ejercicio con cierta regularidad tienden a mostrar un mejor estado de ánimo y una autoestima mayor, lo que impacta favorablemente en la forma en que se relacionan con los demás, en la sensación de bienestar general y en la salud psicológica. Con respecto a esto último, es sabido que realizar ejercicio físico ayuda a mantener un buen estado de ánimo, disminuyendo la sensación de ansiedad y reduciendo los niveles de tristeza que podamos sentir.

Es cierto que algunas patologías que tienen mayor incidencia en la vejez pueden limitar el ejercicio físico que la persona pueda realizar (por ejemplo, en el caso de personas mayores con movilidad reducida o en casos donde patologías como reuma hagan doloroso el movimiento). Aun con todo, siempre podremos consultar con nuestro médico o pedir asesoramiento a un fisioterapeuta para que nos indique qué ejercicios podemos llevar a cabo para realizar este trabajo aeróbico.

Si además de mover el corazón mediante paseos, natación, baile, etc. nos preocupamos de complementarlo con ciertos ejercicios específicos el impacto positivo sobre nuestra salud será aún más notable. Algunos de esos ejercicios son los que ayudan a mantener una buena postura corporal (evitando que la espalda sufra de malas posturas, lo que a la larga puede convertirse en dolor), ejercicios que ayudan a mantener el equilibrio (cosa especialmente importante conforme cumplimos años), ejercicios que mantienen un cierto nivel de elasticidad o ejercicios que buscan mantener nuestra agilidad, por poner algunos ejemplos.

Como siempre, es bueno asesorarnos con profesionales de nuestra confianza, sus consejos evitarán que, queriendo cuidarnos, hagamos cosas perniciosas para nuestro cuerpo.

Es cierto que el invierno no es una época que resulte especialmente atractiva para salir a pasear o dar grandes caminatas. Pero siempre podremos buscar alternativas, por ejemplo, caminar por lugares cerrados y cubiertos como centros comerciales o apuntarnos a un gimnasio. Además, en multitud de ayuntamientos se ofertan clases de gimnasia y mantenimiento para personas mayores que resultan más que recomendables.

 

Recomendación de marzo

Aunque con unos días de retraso, no podíamos olvidar las correspondientes recomendaciones de marzo. En este caso, me gustaría compartir con vosotros dos recursos que pueden resultar de gran utilidad. En primer lugar, me gustaría recomendaros el artículo “¿Previene la actividad intelectual el deterioro cognitivo? Relaciones entre reserva cognitiva y deterioro cognitivo ligero” firmado por Cristina Lojo-Seoane, David Facal y Onésimo Juncos-Rabadán, publicado en la Revista Española de Geriatría y Gerontología (esta es la cita completa: Lojo-Seoane, C., Facal, D., & Juncos-Rabadán, O. (2012). ¿Previene la actividad intelectual el deterioro cognitivo? Relaciones entre reserva cognitiva y deterioro cognitivo ligero. Revista Española de Geriatría y Gerontología, 47(6), 270-278. https://doi.org/10.1016/j.regg.2012.02.006)

Pese a tratarse de un artículo científico su lectura es sencilla y aborda dos temas que solemos tratar en este blog: la reserva cognitiva y su relación con el deterioro cognitivo. Este artículo puede resultar de especial interés para profesionales sanitarios (médicos, personal de enfermería y fisioterapia, terapeutas ocupacionales, logopedas, psicólogos, etc.) que quieran introducirse en ambos conceptos.

La segunda recomendación que os quiero hacer llegar son los vídeos de gimnasia para mayores publicados por Cruz Roja. Los ejercicios están pensados para fortalecer a las personas mayores en aquellos aspectos que más se deterioran con el paso de los años: postura, equilibrio, marcha, etc. Estos ejercicios pueden resultar especialmente útiles en un clima como el nuestro, que nos obligar a pasar tantos días encerrados en casa.

Espero que ambas recomendaciones sean de vuestro interés y de utilidad.