La «vuelta al cole» de las personas mayores

Este lunes es el primero de septiembre, quizá el mes al que más manía se le tiene. Es el mes de volver a la rutina tras el asueto veraniego. Esta vuelta a la normalidad también puede servirnos para replantearnos la rutina que estamos siguiendo y, quizá modificarla si no estamos plenamente satisfechos. Al igual que realizamos los propósitos de año nuevo, no es raro que mucha gente se tome unos minutos para reflexionar sobre cómo es su día a día en estas fechas y decida si continúa con los mismos hábitos o, por la contra, cambia alguno que no le satisface totalmente.

Pese a que las personas mayores son vistas en muchas ocasiones como poco activas o poco implicadas, la verdad no podía ser más distinta. Desde la ayuda que brindan en muchas ocasiones a hijos y nietos (ahora que empieza el cole, la estampa de aguerridos abuelos y abuelas esperando a la salida a sus niños con el bocadillo de la merienda en la mano volverá a repetirse) hasta las ofertas que desde Ayuntamientos y centros vecinales se realizan (clases de memoria, de gimnasia, de manualidades, etc.) vemos como el día a día de los ancianos suele estar lleno de quehaceres y actividades. En pocos años, hemos visto como los ancianos se volvían más asociacionistas, reclamando espacios y actividades que les permitan continuar activos y aprender nuevas cosas.

Es importante que a cualquier edad de vez en cuando nos tomemos unos minutos para reflexionar sobre cuestiones del tipo “¿las actividades que realizo cumplen con mis expectativas?”, “¿hay algo que esté en a mi alcance realizar, me apetezca y no esté haciendo?”, “¿me apetece probar cosas nuevas o estoy satisfecho con las que estoy realizando en este momento?”. En función de las respuestas que demos podremos continuar con nuestro día a día o bien realizar algún cambio.

Este es un buen momento para plantearnos estas cuestiones ya que muchas matrículas de diversas actividades se realizan durante el mes de septiembre. En Valora creemos en un modelo de ancianidad activa y que permita el autodesarrollo de las personas, por eso animamos a toda la gente mayor a que busque qué actividades les gustaría realizar y se animen a probar. El beneficio no solo está en lo obtenido en esas clases (mejorar nuestro estado físico gracias a la gimnasia, trabajar nuestra memoria, aprender nuevas manualidades, etc.) también en las dinámicas positivas que se generan al llevarlas a cabo: salir de casa con regularidad, contar con una obligación que resulte agradable, establecer y mantener nuevas relaciones sociales, etc.

 

Así que nos gustaría aprovechar que empieza septiembre, que empieza el cole para todos, para animar a todos los mayores a que busquen actividades que les apetezca probar. Desde inglés a tango, pasando por gimnasia, informática, memoria o manualidades, nunca es tarde para probar cosas nuevas y para practicar las que ya sabemos.