Recomendación Mayo

Terminando ya este mes os traemos las reconemdaciones prometidas. La primera es cinematrográfica y, dada su antigüedad, ya lo podríamos considerar un clásico. Se trata de la película «Cocoon» del año 1985. En esta cinta se cuenta la historia de un grupo de ancianos que viven en una residencia de mayores y del extraño proceso que viven tras entrar en contacto con vida extraterrestre. Aunque el argumento pueda sonar estrambótico, esta película aborda temas realmente interesantes vinculados con la ancianidad y el envejecimiento de una forma amable y con humor.

 

Por otro lado, me gustaría recomendaros esta guía de la Xunta de Galicia sobre formación para cuidados en el entorno familiar de personas con enfermedades crónicas. La guía contiene mucha información útil para el día a día de las familias que se encuentran en esta situación. Aquí podéis descargarla.

Espero que ambas recomendaciones sean de vuestro interés.

Convivencia intergeneracional II: La vuelta a casa

En un artículo anterior comenzamos a hablar de la convivencia intergeneracional, contraponiendo el modelo tradicional gallego con el modelo postindustrial. En este artículo abordaremos una serie de reflexiones sobre qué ocurre en los núcleos familiares cuando los hijos deben volver al hogar paterno.

Debido a la situación actual de crisis económica no es extraño encontrar esta situación: personas ya emancipadas (que en muchos casos ya habían formado su propio núcleo familiar) que pierden sus trabajos, rompen sus matrimonios, pierden recursos, etc. y por cualquiera de estas circunstancias (o la suma de ellas) deben volver al hogar paterno.

En la sociedad actual, donde el “fracaso personal” se suele medir solo en el campo de lo económico; donde, pese a la precariedad que está azotando a la llamada clase media, se sigue hablando de éxito especialmente en función del poder adquisitivo; donde para ser considerado adulto a todos los niveles hay que tener independencia en relación a la vivienda, es fácil imaginar que la vuelta, cuando es forzosa, al hogar paterno se suele traducir en una gran frustración, pesadumbre, tristeza y sensación de fracaso a muchos niveles.

Aunque cada familia es un mundo y cada situación necesitará sus propios medios para lograr resolver de forma satisfactoria la nueva cohabitación y los problemas que pueden surgir, hay una serie de aspectos que pueden resultar comunes en todas las familias y que pueden dar pistas sobre cómo actuar. La primera de ellas es que los padres que acogen a sus hijos adultos de nuevo en sus hogares deben dar un tiempo para que estos asuman la situación. Es importante alejarse de actitudes muy pesimistas, ya que esto puede retroalimentar el malestar. Hay que asumir que ha sido un revés que ha sufrido el hijo, pero que puede solucionarse. Por otro lado, los padres deben asumir que sus hijos ya no son menores (y en muchos casos, les acompañan sus propios hijos). Esto no implica que el hogar familiar se convierta en una pensión, en el que cada miembro hace lo que le parece. Como en cualquier convivencia, deberán fijarse una serie de normas (horarios de comidas, tareas del hogar que realizará cada miembro, etc.) que resultan básicas para evitar conflictos y molestias. Pero igual que no resulta muy lógico que un padre de familia de 40 años tenga hora de llegada a su hogar (que es, en este caso, el de los abuelos) tampoco es lógico que no se implique en absoluto en las tareas o que mantenga hábitos que molesten al resto de familiares (como no avisar en caso de faltar a una comida o no prestar ningún tipo de ayuda).

También es importante que, en caso de que la cohabitación incluya a nietos, los abuelos comprendan que, pese a ser necesario y aconsejable que se impliquen en la educación de los niños, las normas sobre cómo educarlos deben fijarlas los padres.

Por otro lado, es de vital importancia que las personas que vuelven al hogar paterno se impliquen en todos los niveles que puedan. Así, por ejemplo, si tienen algún tipo de sueldo o contraprestación es importante que traten de ayudar, en la medida de lo posible, económicamente a sus padres. Con esto puede disminuir la sensación de estar aprovechándose de los padres o el malestar por no poder ser independiente. Por otro lado, en caso de no contar con recursos, hay que tener claro que el dinero no es lo único importante: ayudar en las tareas domésticas, hacer arreglos, acompañar a los recados, etc. son formas de ayudar a los padres para sentirse más integrado en el hogar; además de ser tareas que deben estar repartidas entre las personas que conviven.

No hay que olvidar que esta situación es muy dura para quien vuelve a casa, pero también se puede hacer difícil para los padres que acogen, ya que pueden sentir que no ayudaron lo suficiente a sus hijos, no sepan cómo ayudarles ahora o de cara al futuro. Además, es muy probable que ellos tuvieran sus propias rutinas que se ven modificadas por la vuelta a casa de la prole.

Convivencia intergeneracional

La convivencia intergeneracional es aquella en la que diferentes generaciones (normalmente de la misma familia) cohabitan en el mismo hogar. Tradicionalmente en Galicia, la convivencia intergeneracional solía incluir tres generaciones: los abuelos, los hijos que se quedaban en la casa (y al cuidado de sus mayores) y los nietos.

La migración desde el rural a la ciudad dio como resultado un cambio de mentalidad, que podemos resumir en “casado, casa quiere”. Esto llevó a que cada vez, más gente mayor viviera sola, sin cohabitar con sus hijos y nietos.

Empieza aquí una serie de artículos en los que se abordan ciertos aspectos de la convivencia intergeneracional; desde los aspectos positivos y negativos que tienen el modelo tradicional y actual, a los cambios que estamos viendo en los últimos años como consecuencia de la crisis y el envejecimiento poblacional: hijos (que en muchos casos ya tienen su propia familia formada) que tienen que volver a casa de sus padres por falta de medios o mayores que tienen que ir a vivir con sus hijos debido a problemas de salud.

El modelo tradicional, en el que diferentes generaciones de la misma familia cohabitaban en la misma casa, tiene algunos aspectos muy positivos para todos. Es un modelo solidario, en el que unos apoyan y cuidan a los otros; es decir, en caso de que uno enfermase, por ejemplo, había más personas en la misma casa que podrían ayudar a su cuidado.

Por otra parte, se forman núcleos familiares más extensos (el modelo actual pasa por ser la pareja y sus descendientes, siendo cada vez menos los niños que nacen). Sin embargo, en el modelo tradicional se contaba con una red formada por abuelos, padres, hijos y, en muchas ocasiones, otros familiares como tíos o tíos-abuelos que, bien por enfermedad o soltería, permanecían en el hogar familiar. Los núcleos familiares extensos ayudan al desarrollo de los niños, por ejemplo, ya que hay más personas velando por su bienestar y educación; ayudándoles a tener una mayor socialización desde la edad más temprana. Además, al sustentarse la familia en las labores agrícolas y ganaderas, cuantas más personas contribuyeran al trabajo, mayores eran los beneficios obtenidos.

Aunque, tampoco es difícil de imaginar algunos aspectos negativos de esta cohabitación. La lucha de poder era algo que, pese a que en la mayoría de los casos era callada, se encontraba de fondo en algunas de las relaciones. Cuando la figura del pater familias quedaba en entredicho (por ejemplo, debido a la edad del anciano) no era extraño que varios de los sucesores “luchasen” por hacerse con el tutelaje de la familia. Además, en muchas ocasiones, las generaciones más jóvenes (especialmente las que no eran familia sanguínea, como nueras y yernos, que entraban al hogar) se sentían de alguna forma supeditados al mandato del anciano, lo que con frecuencia acarreaba tensión y problemas familiares.

El modelo post-industrial, en el que los hijos abandonaban la casa de los padres en la primera juventud (bien para estudiar, bien para trabajar) también tiene ciertas ventajas e inconvenientes. Por un lado, los individuos puedes desarrollarse sin verse sometidos a un tutelaje por parte de sus padres ya llegada la vida adulta (lo que no implica que puedan seguir gozando de consejo y protección paterna). Además, esto dota a las parejas jóvenes de una mayor intimidad, en la que tomar las decisiones que les atañen y que atañen a sus hijos, por ejemplo. Sin embargo, cuando la red de cohabitación familiar es menor, existen otros inconvenientes; por ejemplo, puede que no se viva en la misma ciudad, por lo que los abuelos ven menos a sus nietos e influyen menos en su desarrollo. En posteriores artículos continuaremos abordando este tema desde diferentes perspectivas.

Recomendación Abril

Hola a todos, ahora que ha terminado el mes de abril os traemos algunas recomendaciones. La primera de ellas se trata del programa «Muerte a la muerte» de La Sexta Columna (este es el enlace). En este reportaje se abordan temas muy en boga actualmente, ¿es el envejecimiento una enfermedad o simplemente otra etapa de la vida?, ¿podremos aumentar drásticamente la esperanza de vida en los próximos años?, ¿conseguiremos que enfermedades vinculadas al envejecimiento, como las demencias, sean erradicadas?, ¿qué tiene la medicina genética que aportar a todo esto?. En este debate hay diversas posturas enfrentadas y posiblemente haya más preguntas que respuestas; sin embargo, la inmortalidad y la eterna juventud son dos anhelos del hombre desde el inicio de los tiempos. Sin lugar a dudas, nos plantea cuestiones muy interesantes para reflexionar y debatir.

La segunda recomendación que me gustaría haceros es un vídeo muy breve pero que ilustra magistralmente un aspecto muy cruel de la falta de memoria: cuando no sabemos responder a las preguntas o no reconocemos a quien tenemos delante este vídeo, realizado por la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer (AFAL) nos muestra lo que muchas veces, con nuestra mejor intención, hacemos mal al comunicarnos con personas que tienen algún grado de deterioro cognitivo (os animamos a que echeis un ojo a nuestro post sobre demencia y comunicación).

Esperamos que ambas recomendaciones sean de vuestro interés.