Cómo mejorar la concentración

La semana pasada comentábamos sencillos juegos y ejercicios que se pueden llevar a cabo para mejorar la fluidez del lenguaje. Hoy vamos a centrarnos en otra capacidad de la que también se quejan mucho las personas a medida que cumplen años: la capacidad de concentrarse.

Lo que comúnmente llamamos concentración se denomina en psicología atención sostenida; es decir, es la capacidad de focalizar nuestra atención en un estímulo externo (una lectura, por ejemplo) o interno (operaciones de cálculo mental, por ejemplo) durante un periodo más o menos prolongado de tiempo. La falta de concentración se traduce en despistes, santos viajando al cielo (cántas veces no decimos que se nos ha ido el santo al cielo o que hemos perdido el hilo), problemas para retener información, etc.

La concentración se puede ver afectada por diversos tratamientos farmacológicos, así como por estados de ánimo alterados (tanto por nerviosismo como por tristeza), la falta de alimento, la deshidratación, la falta de sueño o el cansancio. Sin embargo, la falta de entrenamiento también puede influir en el descenso del rendimiento de esta habilidad. Si sentimos que nuestra concentración está mermando es importante que revisemos nuestras rutinas, para poder detectar si estamos descansando lo suficiente, si estamos estresados o si alguna preocupación que nos ronda la cabeza consume todos nuestros recursos atencionales.

Algunos pasatiempos y ejercicios sencillos que podemos realizar para mantener nuestra concentración en buena forma son los siguientes:

-Los pasatiempos como las sopas de letras o la búsqueda de diferencias ayudan a focalizar nuestra atención y, al tener que mantenerla por un periodo más o menos largo de tiempo, trabajan nuestra capacidad de concentración.

-Otros juegos, como las cartas o el dominó, también son útiles en este sentido, ya que lo normal es establecer una estrategia de juego y, para llevarla a cabo, debemos concentrarnos en las jugadas que se van realizando.

-El ajedrez requiere de una elevadísima concentración, ya que hay que ir previendo jugadas y anticipando los movimientos del rival.

-La lectura y la escritura también ayudan a focalizar y mantener la atención; eso sí, la escritura debe ser manual.

-El cálculo mental es un gran ejercicio en cuanto a mantener nuestra atención concentrada, siendo muy beneficioso para aumentar el rendimiento de esta capacidad.

-Las labores (tricote, ganchillo, croché, marquetería, etc.) también ayudan a trabajar esta habilidad mental.

-Algunos videojuegos (algunos tan clásicos y entrañables como el Tetris) nos permiten estimular esta capacidad.

-Actividades como la meditación o la relajación, al disminuir el nivel de estrés que sentimos, ayudan a aumentar nuestra capacidad de concentración.

Un último apunte, aunque estos pasatiempos y juegos se proponen para aumentar la concentración hay que tener en cuenta que también estimulan y trabajan otras habilidades mentales (rastreo visual, capacidad lingüística, cálculo, planificación de estrategias, etc.) por lo que no sólo resultarán beneficiosos para esta área concreta, también lo será para otras.